Y te ves ahí, en ese inmenso vacío que te rodea, lleno de
oscuridad y luz, lleno de gente, pero sola, bajo un sol radiante, pero con unas
tinieblas envolventes.
Esperando, sintiendo, viviendo, avanzando…a que alguien alce
su mano y te lleve a su regazo…que camine entre tus sombras, guiándote. Que te
deje ser tu yo más puro…mientras te envuelve en cadenas y cuerdas atando tu
cuerpo y liberando tu alma…Controlando tus emociones, tus sensaciones y dándote
una paz que ameniza tu oscuridad. Unos azotes…sintiendo sus manos como te rozan
con deseo, con lujuria con pasión mientras te susurra al oído “perrita mía, me
enloqueces sacando este pequeño monstruo que llevo en mi”. Sus manos
recorriendo todo tu cuerpo sediento de ti, con firmeza…con ese toque delicado
que hace que sea imposible no sentir cada roce, no sentir que eres de el más
que nunca y que complacerle en lo que le haga feliz, te hace estarlo a ti.
Esa mirada pasión cuando quiere ver tu deseo por el mientras
esta encima de ti, esa presión en las muñecas que sientes para que no te puedas
ir, esa mezcla de descontrol y control al mismo tiempo que hace que olvides todo
centrándote solo en el mientras una lagrima se derrama por tu rostro mezclada
con el placer que sientes, su felicidad de verte suya y el ligero dolor que te
causa mientras te tira del pelo y te hace más suya aun si cabe.
Fd: sedúceme.
0 comentarios:
Publicar un comentario